La duración laboral de los militares en España es uno de los temas que mayor controversia genera entre el sector. Y es que, en el caso de los militares de la Tropa y Marinería, a su entrada en las Fuerzas Armadas, firman un acuerdo inicial máximo seis años del que después, si lo desean, pasan a un compromiso de larga duración. Con este contrato sellan su permanencia hasta los 45 años, y una vez cumplida esa edad adquieren la condición de Reservistas de Especial Disponibilidad (RED), teniendo que dejar sus funciones.

Esta situación dificulta su reinserción en el mundo laboral, tanto por el obstáculo de homologar su formación, como por enfrentarse a esa edad a un nuevo desafío profesional.

¿Por qué los militares de 45 años deben pasar a un segundo plano?

Los militares a partir de los 45 años que no hayan adquirido la condición de soldado permanente ni hayan ascendido a ninguna categoría superior, cesan la relación de servicio activo en las Fuerzas Armadas, por lo que se ven obligados a abandonar su condición laboral. Tal y cómo se expone en la Ley 8/2006 de Tropa y Marinería que entró en vigor en 2006.

El modelo definido en esta ley garantiza a los soldados y marineros la posibilidad de completar su trayectoria profesional comenzando su relación de servicios con un compromiso inicial renovable hasta seis años de duración y ofreciéndoles la opción de suscribir otro de larga duración que llegará hasta los 45 años de edad, durante cuya vigencia podrán acceder a la condición de soldados permanentes.

Alcanzados los 45 años, y en el caso de que no se haya adquirido la condición de soldado permanente, cesa la relación de servicio activo en las Fuerzas Armadas, accediendo el militar profesional de tropa y marinería que así lo decida y haya cumplido al menos 18 años de servicio, a la condición de reservista de especial disponibilidad, y con ella al derecho a percibir mensualmente una asignación económica.

¿Qué problemática encuentran militares de 45 años al tener que abandonar su puesto?

Una de las principales preocupaciones para los militares mayores de 45 años es la estabilidad laboral. Después de servir en el ejército durante muchos años, encuentran la dificultad de encontrar un trabajo que ofrezca salarios y beneficios comparables a los obtenidos durante el servicio militar. 

Además, los oficiales que se retiran de la vida militar salen con el equivalente a un grado en ingeniería, mientras que los suboficiales obtienen una certificación de formación profesional. Sin embargo, en el caso de tropa y marinería, sin ninguna formación homologada.

Esta falta de formación, sumada a su edad y falta de experiencia laboral en otros campos, supone un gran inconveniente para encontrar empleo. A pesar de que cuentan con grandes habilidades técnicas y de liderazgo.

¿Qué formación pueden realizar los militares mayores de 45 años?

Los militares mayores de 45 años pueden emplear sus habilidades y experiencias adquiridas en el servicio militar para encontrar trabajos gratificantes afines. Entre ellos, se encuentra el de vigilante de seguridad privada. Para dicho trabajo, es necesaria la formación en alguno de estos dos certificados de profesionalidad:

  • Vigilancia, seguridad privada y protección de personas. Esta formación habilita como vigilante de seguridad y escolta.  330 horas.
  • Vigilancia, seguridad privada y protección de explosivos. Esta formación habilita como vigilante de seguridad y vigilante de explosivos. 350 horas.

Además, para estos cursos de vigilante de seguridad, se exige contar con una serie de requisitos previos, como estar en posesión de la titulación de Educación Secundaria Obligatoria o equivalente, no tener antecedentes penales, tener nacionalidad española o de algún país de la UE.

Esta formación puede mejorar su empleabilidad y ayudarles a avanzar en el mercado laboral de la seguridad privada. Si estás interesado en obtener un certificado de profesionalidad en seguridad privada, ¡contacta con el centro y asegura tu futuro!

 

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